AUTOR: COCOPOT Huerto Urbano (Toni Navarro)
Después de haber intentado explicar el cultivo del tomate y el del pimiento, el siguiente casi por obligación no podía ser otro que el cultivo de la berenjena. Estos tres cultivos son típicos en esta época y van casi cogidos de la mano, ya que nos resultará difícil ver una huertecita donde no tengamos estos tres cultivos.
La planta de la berenjena es originaria de zonas tropicales y subtropicales asiáticas y pertenece también a la familia de las solanáceas, por eso si hacemos un poco de memoria, recordaremos que en los anteriores artículos hacíamos siempre referencia a que el tomate y el pimiento eran exigentes en temperaturas pero no tanto como la berenjena.
La planta de la berenjena es una planta anual, de porte herbáceo aunque sus tallos presentan lignificación (cierta dureza que da la apariencia de ser un tallo leñoso).
Su sistema de raíces es muy profundo y ramificado ya que como veréis es una planta que ocupa una gran superficie aérea con hojas muy grandes.
Tallos largos y fuertes, ya hemos comentado, de aspecto leñoso. Suelen dejarse de 3 a 4 tallos por planta.
Las hojas son largas y grandes, con espinas en las nerviaciones y en la parte trasera de la hoja (envés) unas vellosidades grisáceas.
Sus flores son de color violeta y presentan también espinas tanto en el cáliz como en el pedúnculo (zona de donde salen los pétalos violetas). La fecundación directa se hace difícil puesto que los estambres (parte masculina que deposita el polen) se quedan más bajos que el estigma (tubo que forma parte del órgano femenino de la flor donde se deposita el polen). Como en el tomate y pimiento, el exceso de humedad puede perjudicar la polinización y causar por tanto la caída de la flor.
El fruto es una baya de forma globosa redondeada o alargada y que también puede tener varios colores así como morada, negra, blanca jaspeada con morado o verde.
Pues como ya hemos comentado, es una planta de origen tropical, así que es una planta exigente en temperaturas, pudiendo desarrollarse aguantando temperaturas de mas de 40ºC. , además soporta bien climas cálidos y secos, teniendo que mantener la humedad relativa al menos entre el 20 o 25 %.
Al igual que otros cultivos, existe un rango de temperaturas óptimas para el desarrollo de nuestras plantas desde su germinación hasta el desarrollo completo de la planta y su fructificación.
Así, podemos ver que durante la germinación deberíamos de asegurar al menos 15ºC y no más de 30ºC, siendo una temperatura óptima para la germinación la comprendida entre 20 y 25 grados. Es durante este proceso cuando sería necesaria también mantener una humedad relativa por encima del 50 o 60%.
Durante la fase del desarrollo de la planta, las temperaturas óptimas oscilaran este estado de desarrollo y de cara al de floración y fructificación es importante que la humedad relativa no sea muy alta ya que podríamos tener problemas en la polinización. Sería muy bueno mantener temperaturas entre los 20 y 30 grados, aunque no nos debería resultar complicado entrando ya en los meses de verano.
Otra variable muy importante para estos cultivos es el grado de luminosidad ya que es una planta que necesita de muchas horas de luz. Por eso en cultivos de primavera debemos asegurarnos de que aprovechen todas las horas de luz posibles (entre 10 y 12 horas diarias), sino podríamos tener problemas de fecundación de flores, cuajado o malformación de frutos.
No es una planta muy exigente en cuanto a suelos, ya que es una planta grande y con un potente sistema radical, aunque prefiere suelos profundos y a poder ser francos. Puede tener problemas en suelos arcillosos.
- No se suele sembrar directamente en el suelo, sino que suelen hacerse semilleros bajo protección para hacer plantel y tenerlo preparado para cuando los días son un poco más largos y las temperaturas empiezan a remontar.
- El marco de plantación que vamos a utilizar durante el trasplante debe de ser aquel que le de suficiente espacio para desarrollarse correctamente. Cuando describíamos la planta ya comentábamos que se trata de una planta grande y con un sistema de raíces potente, por tanto tendremos que dejar, no menos de 0,5 m entre plantas, pudiendo ser mas en función de los tallos que dejemos. Entre filas podemos dejar 1 m, si dejamos solo dos tallos y hasta 2m si dejamos plantas con cuatro tallos.
- Aporcado. Podemos realizar esta práctica, para mejorar el anclaje al suelo de la planta, y para protegerla del contacto directo con la materia orgánica que podríamos aportar como complemento al abonado durante los 15 ó 20 días posteriores a su trasplante.
- Con respecto a lo que apuntaba anteriormente de los marcos de plantación en función del número de tallos, es lo que nos llevara a realizar una poda de formación. Si lo que tenemos es poco espacio, porque no lo hemos pensado o , simplemente porque no lo tenemos, lo que haremos es podar las plantas de manera que solo nos queden dos tallos principales. Si por el contrario, hemos dejado suficiente espacio entre plantas podemos escoger la opción de formar las plantas dejando hasta 4 tallos.
- Al tratarse de una planta con una cierta envergadura, al igual que pasaría con el tomate, o con el pimiento, tenemos que tener en cuenta que puede hacerse necesario el entutorarla. Con esta práctica evitaremos el resquebraje de los tallos debido al peso de sus frutos y podremos mejorar también la aireación de la planta, al poder guiar los tallos y, por tanto, mejorar también el proceso de polinización de las flores.
- Si no hemos querido realizar ninguna poda de formación, es recomendable quizás, realizar una labor de deshojado de aquellas hojas mas viejas y así mejoraremos la aireación de la planta, ya que si la dejamos crecer veremos que saca muchas hojas y de gran tamaño y esto dificulta la entrada de sol y el paso del aire.
- Si nos fijamos, veremos que el ramillete floral, lo forman 3 ó 4 flores, de las que solo una nos dará un fruto en buenas condiciones, por tanto la mejor opción es eliminar el resto para favorecer el correcto desarrollo del que dejemos. Por tanto, a esta practica la denominaremos como aclareo de flores y fruto.
- En cuanto a la polinización de flores y el posterior cuajado de los frutos, debe ser un proceso natural en condiciones favorables de humedad y temperatura, pero nosotros siempre podemos ayudar, bien porque permitamos la entrada de abejas o si tenemos la oportunidad de aplicar aire a la flor o ya de una manera muy artesanal, ejercer de abejorros con la ayuda de un pincel e ir tocando con las cerdas del pincel para hacer llegar el polen de unas a otras. Esto es para los que dispongan de tiempo y pocas plantas, por supuesto.
Después de haber visto todas estas prácticas culturales que pueden hacer mejorar el rendimiento de vuestros cultivos, podríamos incluir también el riego y el abonado, pero al igual que os digo que las anteriores prácticas no resultan de vital importancia, el riego y abonado si lo son.
En cuanto a las necesidades de riego, vais a poder comprobar que la berenjena es una planta que, aparentemente, no va a necesitar de grandes aportes de agua durante su primera fase de desarrollo, pero que esta necesidad de agua se va a ir incrementando en cuanto empiecen a aparecer y a cuajar los primeros frutos, ya que estamos hablando de frutos muy carnosos y de un tamaño considerable, por tanto iremos aumentando los aportes de agua en paralelo a la evolución de la planta. Como siempre, es mejor “pecar” de dar muchos riegos cortos a dar un riego abundante para toda la semana.
Junto con el riego, se hace necesario comentar también los aportes de nutrientes, que como también hemos comentado en anteriores artículos, iremos cambiando en función del estado vegetativo de la planta.
Normalmente comenzaremos con un aporte de materia orgánica antes del trasplante, para posteriormente continuar con aportes de fertilizantes ricos en nitrógeno durante las primeras fases del cultivo. Hay diversas formulaciones simples, tanto en forma liquida como solida, que suelen resultar bastante económicas.
Para fases más avanzadas del cultivo , deberemos bajar el aporte de nitrógeno y comenzar a utilizar formulaciones complejas que nos aporten fósforo y potasio, además, pueden resultar muy interesantes aquellas formulaciones que puedan contener también magnesio, hierro o inlcuso molibdeno, ya que se ha comprobado mediante diferentes estudios, que el aporte de microelementos (hasta ahora no se les daba prácticamente importancia) puede resultar de una gran importancia para el correcto desarrollo y calidad de los frutos.
En cuanto a las dosis, no me gustaría entrar en cantidades, solo recomendaros que sigáis las dosis de los fabricantes.
Otro consejo es que fraccionéis siempre el aporte de nutrientes en lugar de aportarlo todo de golpe o en pocas veces, las plantas lo agradecerán y podrán asimilarlos con mayor facilidad.
En esta ocasión no voy a dedicar un apartado en concreto para tratar el tema de las plagas y enfermedades sencillamente porque acabaría repitiéndome con lo ya comentado en otros artículos como los del tomate y pimiento, por tanto, simplemente recordaros unas pequeñas pautas a seguir para que en el caso de tener algún problemilla, poder solucionarlo si que nos quite el sueño.
Pautas a seguir durante nuestro cultivo:
- Vigilancia, es muy barato puesto que solo tenemos que fijarnos e el estado sanitario de nuestras plantas mientras realizamos otra labor, como el riego, deshojado …
- Métodos preventivos, sobretodo en el caso de enfermedades ocasionadas por hongos. Adelantarse y prever tratamientos fungicidas después de unas lluvias copiosas y altas temperaturas,
- Procurar que la planta no sea muy frondosa y así evitar los escondites de los bichitos (les gusta mucho sentirse protegidos), y además mejoraremos la aireación, que también nos ayudara a prevenir problemas de origen fúngico.
- Colocación de alguna trampa cromática pegajosa que nos puede ayudar a ver con un simple vistazo la presencia de insectos voladores.
Así pues llegamos como siempre al momento de la recolección, que como en cualquier cultivo de fruto que podemos seguir su evolución y desarrollo, llegará aproximadamente entre 4 y 6 meses desde su siembra. Pero el criterio que debemos seguir es también visual y gustativo, así que nuestros frutos deben tener un aspecto brillante y terso (sin arrugas en la piel) y como no, también debemos comprobar que si no tienen sabor, seguramente aun sea demasiado pronto y si vemos que amarguean se nos estarán pasando.
Para finalizar, recordaros de lo beneficiosas que pueden resultar algunas asociaciones al cultivo tanto de la berenjena como para tomates y pimientos como venimos contando.
La albahaca y el perejil pueden servir para ahuyentar a mosca blanca y pulgones, además dotar a tu huerto urbano de una sensación de aromas muy agradables.
También puede resultar beneficioso el tener en nuestro huerto o jardín ciertas plantas que tengan flores llamativas y que, por tanto, atraiga la presencia de abejas y abejorros que puedan sernos beneficiosos para mejorar la polinización de nuestras flores.
Pues una vez más llegamos al final del camino esperando que os sirva de ayuda.
Te cuento todas las Novedades de este mes.
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