El abono que recibe el suelo donde plantamos nuestras verduras o plantas es crucial ya que de este dependerá, en parte, la calidad de nuestras verduras.
Para elaborar nosotros mismos un compost de calidad necesitamos una compostadora. Se trata de un recipiente aireado de bastante capacidad y abierto por el fondo que se coloca directamente sobre el terreno. Iremos depositando en nuestro compostador todos los restos que sean orgánicos de origen vegetal como peladuras de fruta, hierba, hojas muertas, pequeñas ramas, restos de poda triturados, etc. No es conveniente mezclar cáscaras de huevo o peladuras muy duras, como las de las naranjas, debido a que el periodo de descomposición de estas es más elevado y tardaríamos más en tener el compost en óptimas condiciones.
Importante: Nunca debemos introducir restos orgánicos de origen animal como huesos, carne, pescado, etc.
Es conveniente mezclar todo tipo de material orgánico vegetal porque así nuestro compost final tendrá un mayor número de nutrientes y más variados, con lo cual este será de mayor calidad porque cada planta necesita en mayor o menor medida un nutriente y con pocos nutrientes sería de poca ayuda para nuestras hortalizas.
Después de depositar en nuestra compostera cualquier material orgánico es recomendable revolverlo para que todos los materiales se mezclen bien y comience antes la descomposición, para lo que es muy util usar un aireador de compost.
Transcurridos los días observaremos que los restos orgánicos empiezan a descomponerse y disminuirá su tamaño con respecto al inicio del proceso, no debemos olvidar remover bien el compost o airearlo para facilitar la descomposición, con el tiempo y si tenemos suerte empezaremos a ver algunas lombrices de tierra. Esto es muy buena señal ya que nos ayudan a airear el compost y sobre todo a ha descomponer la materia orgánica. Para acelerar el proceso, también podéis comprar lombrices rojas de california y añadirlas a la compostadora.
Después de unos 2 ó 3 meses de haber empezado la elaboración de nuestro compost casero, estará listo para usarlo con nuestras plantas y hortalizas, ten en cuenta que este dato tampoco es muy preciso ya que dependiendo del calor que haga el proceso puede ser menor o mayor, ya que cuanto más calor haga antes terminará el proceso y en cambio si realizamos el proceso cuando hace más frío la descomposición será más lenta y el proceso se alarga.
De todos modos para asegurarnos y saber si el compost está listo deberemos de observar que tenga un color uniforme y se nos haga difícil distinguir los diferentes restos, lo cual significa que todo está bien descompuesto y el compost está listo para su uso. En ningún caso se debería percibir un olor desagradable.
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