¿Cómo funcionan los Abonos Verdes Biocidas?
La planta produce un efecto trampa para nematodos y hongos. Las larvas se ven atraídas hacia la raíz, y una vez la han colonizado, tienen problemas para alimentarse gracias a las propiedades de la planta biocida. Las hembras no son capaces de poner nuevos huevos debido a la falta de alimento, frenando la infección. Además, al incorporar la materia orgánica al suelo, se produce una biofumigación, que ayuda a desinfectar el suelo y combatir los hongos.
¿Cómo se utiliza?
1) Siembra directa
Una buena preparación del terreno favorece una buena impantación. En pequeños huertos, este proceso de preparación del terreno se puede hacer con herramientas manuales: azada, rastrillo, motocultor, etc.
- Hacer un pase de gradas para romper el terreno, dejar la semilla en un lecho mullido sin terrones grandes.
- Sembrar con una abonadora o sembradora de cereales.
- Cubrir ligeramente la semilla con otro pase de gradas o un manteo.
2) Riego de Siembra
Sembrar las semillas en época de lluvias, lo idóneo es sembrar y esperar que se produzcan suficientes lluvias para su correcta implantación. En caso de no llover, hacer un riego después de la siembra y 2-3 riegos de implantación.
3) Incorporación al terreno (Biofumigación o biosolarización)
Cuando la planta empieza a florecer, o cuando la silicua está en estado lechoso, es el momento de mayor cantidad de glucosinolatos en planta que son los que, a través de la biofumigación van a desinfectar el suelo. Los pasos a seguir para una correcta biofumigación del terreno son:
1) Triturar o picar la parte aérea de la planta mediante grada, fresadora, segadora, etc.
2) Aportar estiércol que nos ayudará a subir la temperatura del suelo
3) Incorporar la materia orgánica al terreno con fresadora, rotovato, horaca de doble mano, etc.
De forma opcional, se pueden añadir estos dos pasos para una máxima efectividad (Biosolarización):
4) Realizar un riego copioso
5) Sellar con plástico para que comience la biosolarización.
4) Resultados
Cuando los glucosinolatos se hidrolizan se convierten en isotiocianatos que son sustancias biocidas muy eficaces contra nematodos, bacterias, hongos, insectos y la germinación de semillas. Como la mayoría son volátiles, se utiliza el término biofumigación.