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Los espárragos son un cultivo bastante singular en el sentido de que requieren paciencia antes de que puedas empezar a cosecharlos. Aquí te explico cómo funciona su ciclo de crecimiento:
Primer Año: Cuando plantas garras (raíces) de espárragos, en el primer año, verás que las plantas comienzan a crecer y a desarrollar un sistema radicular fuerte. Durante este primer año, es probable que observes algunos brotes delgados, pero es importante no cosecharlos. El objetivo durante este primer año es permitir que la planta establezca un sistema de raíces sólido y robusto.
Segundo Año: En el segundo año, las plantas continuarán fortaleciendo sus raíces. Puedes cosechar algunos espárragos si son lo suficientemente gruesos, pero es recomendable hacerlo de manera muy limitada para no agotar la planta.
Tercer Año en Adelante: Generalmente, es en el tercer año cuando puedes empezar a cosechar los espárragos de manera más regular. A partir de este punto, la planta estará bien establecida y podrás cosechar los brotes durante unas pocas semanas cada primavera.
Cosecha: La temporada de cosecha de espárragos suele durar unas 6-8 semanas en la primavera. Después de este período, debes dejar que las plantas crezcan libremente para que puedan acumular reservas para el próximo año.
Aunque verás brotes desde el primer año, para una cosecha sostenible y saludable, es mejor esperar hasta el tercer año. Esta paciencia inicial se verá recompensada con cosechas abundantes durante muchos años, ya que las plantas de espárragos pueden ser productivas durante 15 años o más.
Venta a granel: Toda la cantidad que compres de esta variedad se envasará en un único envase.
MUY IMPORTANTE: Los bulbos no pueden estar demasiado tiempo dentro de su embalaje. Necesitan aireación lo antes posible. NO se deben almacenar tras la recepción. Cuando recibas el paquete, debes abrirlo lo antes posible y sacar los bulbos para esparcirlos en un lugar fresco y seco, para que tengan una correcta ventilación hasta que llegue el momento de sembrarlos.